Cuenca, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad gracias a su incomparable entorno, su casco antiguo y sus casas colgantes, contará en un futuro próximo con su primer parque adaptado, gracias a la donación de los juegos inclusivos que acaba de realizar Ong Otromundoesposible.

Son tiempos muy complicados los que estamos viviendo actualmente, en los cuales resulta difícil mantener la actividad social y económica debido a la situación creada por la pandemia. Pero desde Ong Otromundoesposible hemos apostado por no ceder al desánimo y seguir avanzando en nuestra labor social, convencidos de que entre tod@s, con esfuerzo, vamos a conseguir superarlo.

Por ello, seguimos apoyando cada mes la investigación de enfermedades graves que afectan a los más pequeños, cofinanciando proyectos sobre enfermedades raras y cáncer infantil. Y no nos paramos ahí, también apostamos desde hace años por apoyar a niños con discapacidad en distintos grados, mediante la donación de equipos informáticos que les ayudan en su desarrollo y educación. Pero cuando pensamos en cómo ayudar a más niños con esta problemática, decidimos que la mejor manera de conseguirlo era haciendo extensivos a todos los niños con diversidad funcional de una ciudad, medios que les permitiesen socializar e integrarse con compañeros y niños de edad similar, mediante la instalación de juegos inclusivos donde jugar todos juntos.

Ya donamos el primer parque inclusivo con el que contó la ciudad de Burgos, igual que hicimos con la de Zaragoza o Coslada, en Madrid, y ahora ha llegado el momento de conseguir que los niños con diversidad funcional de Cuenca cuenten con el primer parque adaptado de la ciudad, para lo que hemos contado con el importante apoyo de la obra social de Bankia, a quien manifestamos nuestro profundo agradecimiento.

Gracias a nuestro proyecto “Parque para Todos”, son muchos niños con diversidad funcional los que han podido disfrutar, por primera vez, de algo que para ellos también debería ser básico y elemental: el juego en común con sus compañeros.

Por eso, nos sentimos tremendamente contentos y orgullosos de poner nuestro granito de arena en apoyo de los niños con enfermedades graves o discapacidad, porque pensamos que con nuestro trabajo diario, duro, honesto y social, hacemos honor a nuestro nombre, consiguiendo que para ellos otro mundo mejor sea posible.